Si quieres dar a tu hombre un orgasmo que jamás pueda olvidar deberás conocer sus zonas más sensibles y estimulantes para ir por ellas y llevarlo hasta el límite del placer y un poco más alla.
Si bien todo el cuerpo es capaz de percibir sensaciones placenteras, ya que la piel es sumamente sensible a caricias y besos, existen puntos que, por sus terminaciones nerviosas, resultan altamente erógenos.
Desde arriba hacia abajo, éstos son los puntos del deseo masculino:
Entre el labio inferior y la barbilla. En la parte superior del mentón tu chico tiene una gran sensibilidad, estimúlala chupando su labio inferior y pasando la punta de tu lengua por debajo del mismo, justo en esa pequeña curva que se forma entre la boca y el mentón.
Vas hacia abajo y un nuevo puntoerógeno aparece, expectante de ser estimulado, la manzana de adán con un beso largo y húmedo, roza tus labios en su garganta, sube tu lengua por su cuello en movimientos circulares hacia su manzana de adán; verás cómo se retuerce de placer.
Llegaste al pecho y no podrás perderte sus pezones que se crisparán su pasas tu lengua alrededor de su areola y cierras el circulo hasta terminar en el pezón con la punta de la lengua. Muérdelo con tus labios y suavidad primero, prueba cuánto le gusta e intensifica la presión según su respuesta.
Seguirás tu recorrido erótico, pero sin caer aún en sus genitales irás hasta sus pies, fuente de sensaiones increibles, sobre todo la zona bajo el hueso del tobillo presiona con tus labios y acaricia con tu lengua sin olvidar pasar entre los dedos de sus pies con una lengua inquieta y bien húmeda; ahora está listo para el paso siguiente.

El perineo es el sitio tras sus testículos y tiene infinidad de receptores de placer que podrás estimular manualmente, ejerciendo presión con tus dedos para hacer más largo y placentero el momento del clímax.
Has llegado a su pene y puedes practicar sexo oral o darle unos masajes eróticos increibles con tus manos; para ello forma dos anillos en la base y en la punta del pene con tu pulgar e índice de ambas manos, con la mano de encima harás movimientos hacia abajo y con la otra haci arriba, provocando una fricción muy intensa. Ayúdate con lubricantes para que tus manos corran más fácilmente.
La punta del pene es la parte más orgásmica de los genitales masculinos; para estimularla de una manera única, toma el pene por la base y deja al descubierto la punta; hazla rozar tu boca cerrada con pequeños golpes entreabriendo un poco tus labios y dejando que se escurra dentro haciendo presión con tu boca para que el contacto sea mayor y más intenso.
Llegó la hora del frenillo, esa piel delicada y suave que conecta la punta del pene con el resto del miembro y que es capaz de arrancar gemidos a culquier hombre; para estimularlo haz círculos con tu lengi alrededor de la punta del pene al mismo tiempo que lo masturbas con tu mano.
1 comentario:
Muy buenooo!!!!!!
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